Un escalón superior del motor Big Boxer

Este ejercicio de diseño pone de relieve un gran trabajo de artesanía y encarna el meticuloso cuidado en los detalles. Destaca por su gran carácter roadster, pero el protagonismo se lo lleva un componente central: el legendario motor Big Boxer refrigerado por aire y aceite es el corazón, pero también el alma de esta motocicleta.

Este propulsor es una nueva evolución del Big Boxer ya conocido y montado en las BMW R 18. Su cilindrada aumenta hasta los 2.000 cc, una capacidad que eleva sus prestaciones a niveles insospechados y lo convertiría en el propulsor boxer de moto más grande de la historia. También se ha actualizado con nuevas tapas de culata, una nueva tapa del cardán y un radiador.

Los escapes, con salida directa por cada lateral, refuerzan su carácter y promete un sonido embriagador.

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Estética abrumadora

La apuesta también se traslada al plano estético. El faro frontal es circular al más puro estilo clásico, pero esconde una sofisticación de diseño fascinante. El anillo exterior LED está impreso en 3D, funcionando a modo de luz diurna, mientras que en el hueco que queda en su interior aflora el faro principal. Por su parte, el doble piloto trasero se ha integrado en el asiento monoplaza.

El cuidado en los detalles de esta BMW R20 se ve precisamente en estos elementos, con el asiento tapizado en Alcántara acolchado negro y cuero de grano fino.

La actitud general es agresiva, algo que salta a la vista cuando te fijas en su perfil. Además del protagonismo del motor, el depósito resulta ser otro de los componentes imprescindibles. Su forma es escultural y destaca por su color rojo rosado (recupera el tono setentero “hotter than pink”).

Por su parte, la zona trasera queda con el asiento en voladizo dejando la rueda al desnudo, la cual, además de sus tremendas dimensiones (200-55/17), llama la atención por su llanta lenticular. También se ve a la perfección el colosal sistema de transmisión por cardán, otro de los componentes que forman parte esencial de su personalidad. En este caso, es más corto que en la 1800 para adaptarse a su estilo roadster.

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Parte ciclo soberbia

El chasis se ha rediseñado por completo. Tiene un bastidor principal de color negro de doble bucle con tubos de acero al cromo-molibdeno. Su geometría se ha configurado con una actitud más guerrera y deportiva.

Alrededor de esta columna principal, aparecen componentes de gran tradición en la historia de la marca, como el sistema BMW Paralever con una nueva variante de dos brazos, con el basculante de acero al cromo-molibdeno y el montante Paralever de aluminio.

Para las suspensiones, se confía en componentes de la gama Öhlins Blackline totalmente ajustables. En la frenada, dispone de unas impresionantes pinzas de anclaje radial con seis pistones de la marca ISR en sendos discos delanteros. Atrás es más impresionante, si cabe, ya que monta una espectacular pinza de anclaje radial, algo inusual en el mundo de la moto.

La BMW R20 Concept vuelve a demostrar que los ingenieros y diseñadores de la marca bávara se esfuerzan por contribuir con un concepto de moto roadster rompedora y única. Empezamos a soñar…

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