ENTREVISTAMOS AL ACTOR PABLO CHIAPELLA, CON LA R 1300 GS
Pablo Chiapella Cámara (1 de diciembre de 1976), nacido y criado en Albacete con especial cariño a Ayora de donde es su familia y sobre todo manchego de pura cepa, es un reconocidísimo actor español, ya sea tanto en la pequeña como en la gran pantalla. Entre películas y series, ‘Chape’ tiene un fuerte vínculo con las motos, y su última adquisición no es otra que una BMW R 1300 GS Option 719. Conoce su faceta motera.
Lo mío con las motos fue amor a primera vista. Mi primera moto fue un Vespino de hace ahora más de 50 años que era de mi tío Juan Manuel. Era más un “hierro” que una moto, aunque para mí era un avión.
Me saqué el carnet a la primera cuando aún te sacabas todas las cilindradas con un solo examen. Era el último año que se hacía así, y desde entonces va por tramos. Momento histórico y amor para siempre por las motos. Desde entonces, me enganché para toda la vida.
Las motos. El Vespino me hizo adicto. El teatro y la interpretación llegaron después, pero la moto ya estaba ahí, rugiendo. Aunque te diré una cosa: ambas pasiones tienen algo en común… ¡te subes, te agarras fuerte y no sabes cómo va a acabar el viaje!
“¡Yo quiero una moto!” Se ha convertido casi en un himno. Me encantan las trail porque son polivalentes; puedes irte por carretera, meterte por caminos de cabras o llevarte un bocata a lo alto de una montaña. Pero las retro siempre me han encantado, veneno Vespinero se llama.
Un poco de las dos. Para ir al trabajo, la moto es privilegio: olvídate de atascos, aparcamientos imposibles… Pero donde realmente disfruto es en una buena ruta de fin de semana, con carretera abierta y esa paradita para unas tapas en algún bar con tradición.
Pues sí, alguna vez me lo han sugerido. Pero, ¿cómo le dices a un motero que no puede montar? ¡Es como decirle a un perro que no ladre! Eso sí, siempre con cabeza: casco, guantes, chaqueta… y sin hacer el cabra, que para eso ya están las cabras.
¡Menuda máquina, que envidia doy! Es como llevar un sofá de cuero con ruedas… pero que corre como un misil. Es una bestia, pero también es cómoda, estable y, sobre todo, fiable. Ideal para viajes largos y para disfrutar cada kilómetro.
La R 1300 GS es versátil, robusta y tiene un equilibrio brutal entre potencia y control. Además, tiene ese punto ‘explorador’ que me encanta. Puedes ir desde una autopista alemana hasta un camino perdido en Valdevanga (Albacete) sin que se inmute.
¡Claro que lo vi! La BMW R nineT Scrambler me guiñó un ojo más de una vez. Tiene un rollo retro muy guapo, con ese toque rebelde. Pero al final, la R 1300 GS me conquistó. Es como si me estuviera llamando por mi nombre.
Pues mira sí, hay una cosita circulando que no puedo contar aún para no cagarla donde yo y la BMW hacemos equipo.
¡Por supuesto! Sin bromas. La moto es para disfrutar, pero siempre con respeto y cabeza. Casco siempre, guantes, chaqueta con protecciones… ¡y nada de fliparse que quieres seguir saliendo!
¡Y nada más! Bueno sí, que los moteros sois una especie extraordinaria y siempre lo seréis. ¡Nos vemos en la carretera! ¡Gaaaaaas!