En primer lugar, ¿cuáles son los próximos planes de DJ Nano y cómo está siendo esta primera mitad de 2024?

Pues este año no está habiendo casi diferencia con respecto a 2023, porque no he podido parar. Estoy de gira constante. Es un poco la vida que tenemos algunos DJs, que estamos siempre de gira. El 2023 fue bueno y el 2024 está siendo exactamente igual de bueno; mucho viaje y también mucho trabajo en el estudio. Estoy haciendo muchísimas colaboraciones con muchos grupos que no tienen nada que ver con la electrónica, grupos con los que me hace mucha ilusión trabajar, porque los he admirado y seguido toda mi vida, y ahora estoy haciendo canciones con ellos, así que estoy viviendo una etapa muy bonita en el estudio también. Estoy todos los días liado con mil historias… y muy contento con ello.

Dentro de esos planes, en octubre estarás pinchando en los BMW Motorrad Days. Música y motos, una combinación inmejorable, ¿no?

Yo creo que es perfecta, ¿no? Como apasionado de las motos y apasionado de mi trabajo, me parece la combinación perfecta. Un día soñado para muchos y creo que vamos a vivir algo muy especial.

¿Qué se va a encontrar toda la gente que asista a los BMW Motorrad Days en general en el evento y en particular en lo que a ti respecta?

Para ese día seguro que prepararé algo especial en lo que a música se refiere. Tengo como muchas canciones vinculadas al motor. No sé por qué, pero me ocurre; hay muchas canciones que tengo vinculadas a mis paseos en moto y durante toda la vida. Haré una sesión musicalmente muy amplia para satisfacer a todo el mundo que se encuentre allí, pero muy energética. Creo que la gente va a vivir una cosa con una energía muy potente y muy positiva.

Tú eres un gran apasionado de las motos, ¿de dónde vino esa pasión?

Desde muy pequeño. Desde pequeñín he sido un auténtico loco de las dos ruedas. Desde muy pequeño lo primero que quise fue trabajar para poder comprarme una moto y así fue. La primera compra que tuve en mi vida fue una moto con “dos pesetas” y siempre fui mejorándola. Fue así durante muchos años, yendo con motos que posiblemente no estuvieran en el mejor de los estados porque mi economía no me lo permitía, y comprar motos de tercera y cuarta mano, meterles mano yo para arreglarlas… y así recuerdo mi preadolescencia y adolescencia, siempre intentando conseguir una moto. Y hasta el día de hoy, que gracias a Dios la vida me ha permitido poder tener algún que otro ‘cacharro’ y tengo una colección muy bonita de motos, que muchas de ellas son las motos que yo en su día no pude tener.

Lo que te quiero decir con esto es que la moto para mí es algo muy especial. Tanto por la moto en sí, que es un vehículo que me fascina y me emociona, hasta también mis momentos en la moto. Desde muy joven me dio esa libertad y esa independencia, que a día de hoy también la tengo y la sigo disfrutando muchísimo.

¿Qué sientes cuando tienes un rato libre para contemplar tu colección?

Básicamente es lo que hago. La mayoría de las motos que tengo las tengo ya vaciadas de líquidos, prácticamente como un museo. Es algo que disfruto muchísimo. Me paso horas viéndolas, limpiándolas, observándolas... Soy un poco ‘tarao’ en ese aspecto, es algo que me emociona mucho. Hay modelos que tengo que es muy importante poder haberlos conseguido, aunque haya sido con el paso de los años. Son motos que en su día sólo podía soñar, y haber tenido esa colección a base de trabajar y a base de luchar durante muchos años, para mí supone mucho.

¿Eres sólo aficionado a la moto de calle o también a la competición?

El motociclismo no las puedo seguir mucho, sobre todo por mi trabajo, porque viajo muchísimo y cuando son las carreras, o estoy descansando o estoy viajando. Así que no puedo tener una continuidad de estar viéndolas. Pero siempre que puedo, intento asistir a los GGPP que hay en España y disfrutar del ambiente. Soy seguidor, pero no tanto como antes, porque el tiempo no me permite vivir las carreras como hay que vivirlas.

Tienes una BMW R 1200 GS, ¿pero hay alguna BMW más que también sea especial para ti?

Con la R 1200 GS, desde que la tengo, siempre digo que esa es la mejor moto del mundo, porque no he encontrado una moto más completa. Es la moto con la que hace años me muevo, mi moto del día a día, con la que voy a todos lados y hago muchísimos km con ella. Es una moto que me fascina.

Pero también tengo un clásico que me fascina, que es una BMW K100, una Baviera, que la tengo en perfecto estado. Es una moto que me encanta tenerla. De pequeño veía a aquellos ejecutivos por La Castellana con esas K100 y flipaba con esas motos. Conseguí una Baviera en perfecto estado y la conservo con mucho cariño.

Pronto podrás probar también las BMW CE 02 y un CE 04, ¿has tenido alguna toma de contacto previa con motos eléctricas? ¿Sientes curiosidad?

Mira, tengo mucha curiosidad, porque no he tenido ninguna moto eléctrica. Tengo mucha curiosidad, porque es un mundo con el que no estoy muy familiarizado, yo soy de mucha gasolina y mucha cilindrada, pero lo que me produce es mucha curiosidad y tengo muchas ganas de probarla.

Para un enamorado de la mecánica/motos de los 90, seguro que también pica el gusanillo de subirse a una moto con un diseño vanguardista, ¿no?

Son espectaculares, la verdad es que el diseño es brutal, me encanta. Me parecen preciosas.

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